El tema de la privacidad con el pasar del tiempo se ha convertido en un tema delicado pero se han visto respuestas por parte de los creadores de estas redes, quienes han tomado cartas sobre el asunto y han decidido hacer cada vez más complejas las opciones de privacidad, brindándole más herramientas a los usuarios para decidir quien ve su perfil y qué ve en el mismo.
Todo esto tiene un elemento presente el cual no ha sido tomado en cuenta al momento de discutir sobre los casos en los que se ha violado la privacidad los usuarios deciden qué poner, cómo ponerlo, cuándo ponerlo y a quien mostrárselo. Es decisión propia del usuario y no de la red. Las fotos no se publican solas y los comentarios no se escriben por sí mismos, es el usuario quien tiene la opción de publicar algo o no. Es el usuario el que pone en riesgo su privacidad y su seguridad, las redes son únicamente un instrumento para facilitar y entretener aquellas personas que deseen pertenecer a ellas. Es cuestión de control personal y sentido común, no aceptar a desconocidos y no mencionar datos que podrían perjudicarte de cualquier manera.
Por lo tanto podemos decir que el derecho a la privacidad debería establecerse también en las redes sociales. La expansión de nuestra información personal no tiene límites y tampoco puede ser controlada. Al aceptar las condiciones de privacidad de las redes sociales rechazamos muchos de nuestros derechos de las imágenes que colgamos o la información que compartimos.